Los mapas de Hubert Palmer
Así nació la leyenda de los mapas de Hubert Palmer. En 1929, Hubert Palmer, un abogado jubilado inglés, compró un escritorio de roble del siglo XVII en el que aparecía la siguiente inscripción: “Capitán William Kidd. Galera Adventure, 1699”.
La inscripción hacía referencia al célebre pirata Kidd (algunos historiadores modernos consideran injusto su reputación de pirata, ya que existen pruebas de que Kidd actuó sólo como corsario) y a su barco, el Adventure. Palmer encontró un compartimento secreto que contenía un mapa dibujado a mano de una isla sin nombre. En el mapa, fechado en 1669, aparecían escritas las iniciales WK y las palabras “Mar de la China”.
Los mapas descubiertos
Palmer encontró tres mapas más del Capitán Kidd, todos de la misma isla, pero con distinto grado de detalle. En la imagen superior, Palmer aparece fotografiado con un arcón en el que se encerraba otro de los cuatro mapas de Kidd.
Recreación de dos mapas de Kidd:
La historia de los mapas de Hubert Palmer
Después de la muerte de Hubert Palmer, la propiedad de los cuatro mapas pasó a su fiel ama de llaves, Elizabeth Dick, que decidió llevarlos al Museo Británico para que los analizasen. Allí, fueron estudiados por el experto R. A. Skelton, que consideró que, sin duda, todos los mapas eran auténticos documentos del siglo XVII, hecho que, posteriormente, confirmaría el escritor Rupert Furneaux, en 1965.
Elizabeth Dick vendió los cuatro mapas en 1950. El nuevo propietario se trasladó a Canadá y, a partir de ese momento, se desconoce el paradero exacto de los mapas de Kidd.
Un tesoro pirata por descubrir
El hallazgo de los cuatro mapas generó un enorme interés por localizar la isla y el tesoro perdido del pirata. Muchos investigadores opinan que la isla no se encontraba en el Mar de la China y que Kidd escribió esta localización errónea para despistar a los buscadores de tesoros.
Una serie de expediciones exploraron distintos lugares, creyendo que habían conseguido localizar el sitio exacto descrito en los mapas (la isla Oak, en las costas de Nueva Escocia, Canadá; la isla Yokoatejima, en un archipiélago al sur del Japón; la isla Clipperton, un atolón coralino en el Océano Pacífico norte; etc.)
Lo cierto es que el tesoro sigue sin aparecer y, aunque es posible que su existencia sólo sea una leyenda, su búsqueda ha mitificado aún más la figura del Capitán Kidd, en el que se han inspirado grandes autores como Edgar Allan Poe (The Gold-Bug); Washington Irving (The Devil and Tom Walker); o Robert Louis Stevenson (La isla del tesoro).
Esta historia ha sido rescatada y compartida en esta web a modo de tributo. La autoría original pertenece a Indira y Chandra, la historia se encontraba en su blog, Ovejas Eléctricas, que desafortunadamente desde 2017 no es accesible, cambió de manos y se perdió el valioso contenido.
Enlaces de interés: Kid's Pirate Treasure Charts
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