La leyenda del atrapasueños
Érase una vez, en los tiempos en que el mundo aún era joven; un anciano líder de la tribu Lakota logró subir una montaña.
Los líderes de las tribus solían ir a las montañas en busca de visiones y conocimientos, que luego transmitían a su gente. Allí, el líder tuvo una visión. Iktómi , el gran tramposo y maestro de la sabiduría, se le apareció en forma de araña.
En la mitología Lakota, Iktómi es un espíritu araña-tramposo y un héroe cultural para el pueblo de los Lakota.
Le habló al líder en un lenguaje sagrado. Solo los líderes entendían este lenguaje. Iktómi le habló al líder sobre la vida y otras verdades. Le contó al líder cómo el círculo de la vida seguía moviéndose y cómo todas las personas nacían muchas veces. “Todos nosotros tenemos muchas caras cada vez que nacemos”, dijo la araña. “Y algunos de nosotros somos buenos y malos”.
La araña hablaba mientras tejía un círculo con las plumas y el pelo del aro del líder.
“Debes recordar que solo debes preocuparte por las cosas buenas y las buenas personas. Si haces eso, el bien te guiará. Pero si te concentras en las cosas malas, nunca nada bueno se cruzará en tu camino”.
“Las cosas malas te lastimarán y te alejarán de tu felicidad. Hay muchas fuerzas que gobiernan esos dominios después de todo. La armonía de nuestras vidas depende de muchos factores. Muchas de esas fuerzas tienen un papel que desempeñar en esta armonía cósmica. Pero debéis ser conscientes que es el propio pueblo quien elige qué fuerza decidirá su armonía. Si escucháis las cosas malas, sucederán cosas malas. Pero si escucháis las cosas buenas, sucederán cosas buenas”.
Mientras la araña sabia hablaba, hizo un círculo perfecto. Había comenzado a hacer el círculo de adentro hacia afuera. Esto había llevado a un agujero en el medio. Entonces la araña volvió a hablar. “La red de hilos atrapará las cosas buenas si crees en el bien. Y las cosas malas saldrán por el agujero del medio. Y si crees en las cosas malas, las cosas malas se quedarán y las cosas buenas se irán de en medio”.
“Usa esta red para ayudarte a ti mismo y a tu gente. Puede retener visiones y sueños”, finalizó Iktómi. El anciano Lakota se sentía iluminado.
Al terminar, volvió a su pueblo y transmitió la sabiduría adquirida. Y desde entonces, estas tribus han creído en los atrapasueños, en su poder y así, en consecuencia, los han utilizado.
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